martes, 27 de noviembre de 2012

Pequeños trucos para ahorrar en la cesta de la compra.

  Gran parte de nuestro presupuesto se va en alimentación, y productos para la higiene personal y la limpieza del hogar. Contra más miembros tenga una familia, mayor es el gasto en esta partida, obviamente. A veces tendemos a pensar que no es tan fácil ahorrar en la cesta de la compra, pero si aplicamos una serie de reglas básicas, podemos llegar a ahorrarnos bastante dinero a lo largo del año.

1. No tener miedo a las marcas blancas: Los consumidores, debido a la crisis, se están decantando mucho más por las marcas blancas que por las marcas conocidas. La razón es evidente: su precio es menor. Además, la calidad de dichos productos no tiene porque ser peor. Está claro que son productos de gama más básica que los de las grandes marcas, pero hacen el mismo papel. Optando por marcas blancas en muchas de las cosas que compramos en el supermercado, podemos ahorrar mucho dinero e invertirlo en otras cosas que necesitemos.

2. Las tarjetas de fidelización: Yo las considero un gran invento. Solicita todas aquellas tarjetas que no te exijan pagar una cuota mensual o anual, porque es posible que no te compense y acabes perdiendo dinero. Hay que hacer un planning para obtener el máximo rendimiento de dichas tarjetas, para sacarles el máximo partido.

3. Comparar precios: Debes comparar los precios de los productos en los diferentes supermercados, hipermercados, mercados o tiendas de barrio/pueblo. La comparación la puedes hacer in situ o a través de los catalógos. Mi recomendación es deberías saberte de memoria el precio de los productos que siempre suelen estar presentes en tu cesta de la compra y, a no ser que surja alguna oferta especial, comprar dichos productos siempre en las mismas tiendas. A veces, un mismo producto (incluso de la misma marca) puede llegar a valer hasta 5 euros más o 5 euros menos en otros comercios. Hay que estar muy alerta, porque cada céntimo cuenta.

4. Comprar productos de temporada: Este consejo se aplicaría especialmente a la fruta. Lo ideal es comprar la fruta de temporada, porque si hacemos lo contrario nos va a costar carísimo y tampoco vamos a obtener ninguna ventaja especial. Por ejemplo, las fresas o las cerezas son muy baratas en temporada y merece la pena comprar bastantes quilos porque sale rentable. No obstante, fuera de temporada, valen mucho más caras, y hay otras frutas que pueden aportarnos muchas vitaminas también y que son más económicas. Hay que ser inteligente y evitar los caprichos absurdos.

5. Nunca dejar que se estropee la comida: No debemos dejar que se estropee la comida, ni tirar la comida. Si alguna vez nos pasa eso, tenemos que acordarnos de toda la gente en el mundo que se muere de hambre o que sufre desnutrición o malnutrición. Si sobra comida se guarda y la podemos congelar para que no se estropee. Y no comprar en exceso ni tampoco comprar productos que no nos gustan y luego no nos los vamos a comer y se van a quedar muertos de risa en nuestras neveras o en nuestros armarios o cestas en la cocina.

6. No tirar champús, cremas y geles medio vacíos: Cuando un bote o botella de plástico con champú, gel o crema esté casi vacío, puede quedar dentro una cantidad de producto considerable y si lo tiramos a la basura pensando que no queda nada dentro, estamos totalmente equivocados. Un truco muy bueno para aprovechar al máximo estos productos es cortar en dos el bote o tubo con unas tijeras duras de cocina e insertar un trozo del tubo o bote en otro, para que no se estropee. Nos daremos cuenta de la cantidad que queda dentro, que suele ser mucha más de la que nos pensábamos y de haberlo tirado a la basura, hubiéramos desperdiciado bastante dinero.

7. El aceite: El aceite sobrante de freír patatas lo podemos guardar en recipientes para usarlo en sofritos. Cuando una botella de aceite esté a punto de agotarse, hay que aprovechar al máximo su contenido. Un truco muy bueno para hacerlo es dejar abierto el recipiente donde guardamos el aceite sobrante (de freir patatas o de otros productos que hemos frito) y colocar la botella boca abajo un buen rato, para que vaya cayendo todo el aceite y no se desperdicie ni una sola gota. Además, el aceite viejo nos puede servir para hacer jabón de pastilla. El famoso "jabón de las abuelas". Un jabón que quita las manchas la mar de bien.

8. Técnicas de marketing para hacer "picar" al consumidor: Las grandes superfícies siempre usan trucos para que el consumidor compre productos que no necesita. En estos productos se puede ir parte de nuestro presupuesto y muchas veces resultan de lo más inútiles. En las cajas vemos filas de chicles, pilas, golosinas y cosas similares. Estos productos no están puestos ahí al azar. Es pura estrategia de marketing.  Igual que en los pasillos, vemos que los productos menos vendidos o menos apetecibles están puestos en estanterías más accesibles al consumidor, y los más vendidos en las más inaccesibles, y así el consumidor se ve obligado a pasar por la estantería de no apetecible para obtener el producto deseado y ahí puede "picar". Hay que huir de todo esto y llevar una lista concreta y específica con todos los productos que vamos a comprar y los precios.

9. Los descuentos y cupones: Los cupones de descuento son una muy buena opción para ahorrarnos unos euros en nuestra cesta de la compra. Para sacarles el máximo partido, lo ideal es usarlos en aquellos comercios donde el producto está más barato, porque sino nuestro intento de ahorrar habrá sido en vano y habremos desperdiciado nuestros cupones. Además, antes de ir a comprar, debemos anotar en nuestra lista de la compra cuanto ahorro nos va a suponer dichos cupones y luego, al finalizar la compra y obtener nuestro ticket, comprobar muy bien si realmente nos han descontando el importe del cupón. A veces resulta tedioso esperar mientras la cajera o cajero pasa los cupones por el lector y finalmente obtienes tu descuento. A algunos parece que les sepa mal y si vas con muchos cupones, te arriesgas a obtener una mala cara del empleado, por el trabajo "extra" que tiene que realizar. Sin embargo, no olvides que es tu derecho y, a menos que el establecimiento no acepte los cupones (que la mayoría lo suele hacer), deber exigir que te atiendan correctamente y te descuenten lo que te corresponde.

10. Las cuentas claras (y las vueltas también): En muchas ocasiones cuando compro comida o ropa, prefiero pagar con tarjeta o llevar el dinero justo porque hay tiendas que por sistema no devuelven los céntimos. A lo mejor un producto te cuesta 0,99 o 19,99 y tu das 1 euro o 20 euros y ese céntimo sobrante no te lo devuelven. - Es que no tenemos cambio - dicen. Me da igual. Es un abuso, y céntimo a céntimo, tenemos un euro, con el cual se pueden comprar muchas cosas. Por eso, si puedes, paga con tarjeta o paga justo, o si te atreves, exige tu céntimo, pero esta opción no es muy recomendable. Mejor evita la ocasión y evitarás el peligro, no te arriesgues a quedarte si céntimo tu céntimo de menos. Y vigila muy bien qué cantidad das, si das de más y si te devuelven lo que toca. No des nada por sentado. 


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